A pesar de la pandemia de Covid-19 que vive Venezuela, la tradicional bajada de la Virgen de Chiquinquirá se llevó a cabo bajo un nuevo esquema y en medio de fuertes medidas de bioseguridad.
El día más esperado por los zulianos llegó en un escenario inusual, la plazoleta San Juan de Dios fue acordonada, el silencio en los alrededores y las puertas cerradas del templo, marcaron una de las fechas más esperadas por los feligreses.
Dentro de la Basílica un poco más de 160 personas fueron ubicadas cumpliendo el distanciamiento social.
A las 5 de la tarde, la misa celebrada por el arzobispo de Maracaibo y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Monseñor José Luis Azuaje, dirigió un mensaje de fe y fortaleza a todo el pueblo zuliano en especialmente al personal sanitario.
“A todos ellos, especialmente los que atienden los enfermos recordarle que la Virgen es la campeona de la salud”.
Después de las 6 de la tarde, las luces del templo se apagaron y al ritmo de gaitas la patrona de los zulianos se mostró, junto a la imagen de José Gregorio Hernández, y luciendo el manto que rendía honores al personal médico, acto seguido por miles de fieles vía online.
Con información de Unión Radio