Doce semanas consecutivas tienen los bielorrusos en protesta contra el actual presidente del país, Alexander Lukashenko, después que se declarase ganador de las elecciones para su sexto mandato. Miles de personas volvieron a colmar las calles de Minsk, capital de Bielorrusia.
Unas 20.000 personas participaron en la marcha, calculó el grupo de derechos humanos Viasna. La protesta empezó en el zona este de la ciudad y se dirigió a Kurapaty, una zona boscosa en las afueras de la ciudad donde más de 200.000 personas fueron fusiladas por la policía soviética durante el régimen estalinista.
Los manifestantes llevaban carteles con consignas como “¡La memoria del pueblo dura más que una dictadura!” y “¡Deja de torturar a tu pueblo!”. La policía por su parte la policía enfrentó a los manifestantes y lanzaron disparos al aire. Además de usar granadas de aturdimiento.
No es la primera vez que el gobernante ha reprimido a la oposición y a la prensa independiente. Sin embargo no ha podido poner fin a las protestas que han sucedido en Minsk ni en otras ciudades, donde prácticamente ocurren todos los días.
El Ministerio del Interior advirtió que los agentes cuentan con autorización de usar armas de fuego contra los manifestantes “en caso de ser necesario”. El domingo, la policía reconoció que agentes hicieron disparos al aire durante la protesta en Minsk “para evitar infracciones a la ley”.
Por primera vez desde hace por lo menos tres meses, se vieron en las calles de Minsk vehículos blindados junto con camiones lanzaaguas y otros equipos antimotines. Fueron cerradas varias estaciones del metro y no había servicio de internet para teléfonos celulares.
La policía detuvo a más de 150 personas en Minsk y otras ciudades bielorrusas donde hubo protestas el domingo, indicó Viasna. Los policías detuvieron a varios periodistas y golpearon a varios detenidos, declararon los activistas.
“Las autoridades están tratando de tapar con más fuerza la olla de presión, pero la historia nos enseña lo que pasa en esos casos”, expresó el director de Viasna, Ales Bialiatski.
Fuente: Infobae