Misión OSIRIS-REx de la NASA listo para alcanzar y tocar un asteroide

by | Oct 20, 2020 | Tendencias

Un asteroide rico en carbono llamado Bennu podría contener nueva información sobre la vida en la Tierra y potencialmente en otros lugares.

Este martes, una misión liderada por la agencia espacial estadounidense NASA y un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona en los Estados Unidos intentará aterrizar, enviando comandos, a una pequeña nave espacial a más de 321,9 millones de kilómetros de distancia.

Además estarán guiando a OSIRIS-REx para aspirar pedazos de un asteroide llamado Bennu y traerlos de regreso a la Tierra. Dentro de esas muestras podría haber pistas sobre los orígenes de la vida misma.

Todo comenzó hace cuatro años cuando la agencia espacial estadounidense desplegó OSIRIS-REx en una misión para explorar Bennu. Un asteroide residual que puede rastrear sus orígenes hasta la formación del sistema solar. 

Ahora, OSIRIS-REx está listo para aterrizar en la superficie de Bennu, lo que lo convierte en la primera misión de retorno de muestras de asteroides de la NASA y la mayor entrega de material extraterrestre desde la era Apolo de las décadas de 1960 y 1970.

Una sola oportunidad

OSIRIS-REx tardará cuatro horas en recorrer la distancia de un kilómetro hasta la superficie, moviéndose aproximadamente 10 centímetros por segundo. Una vez que se acerca a la superficie, la nave extenderá su brazo robótico de más de tres metros de largo, llamado TAGSAM (o Mecanismo de adquisición de muestras Touch-and-go). Este termina con un dispositivo de recogida, que se asemeja a un cabezal de ducha, y está diseñado para soplar una pequeña ráfaga de gas nitrógeno sobre la superficie de Bennu.

El gas removerá polvo y algo de rocas que luego sera recolectado por un anillo alrededor de la cabeza. El objetivo de OSIRIS-REx es recolectar al menos 60 g de material, pero tiene una capacidad para almacenar hasta 1,8 kg.

Toda la operación parece sencilla pero se trata de algo extremedamente complicado, sobre todo en una superficie rocosa e irregular como la de Bennu. Básicamente el equipo sólo tiene una oportunidad para recolectar la mayor cantidad de material posible ya que la sonda sólo cuenta con tres botellas de nitrógeno.

Mapa completo de Bennu y sus peligros

OSIRIS-REx llegó a Bennu en 2018 y cartografió meticulosamente la superficie del asteroide durante un período de dos años. Esto para determinar el mejor lugar para recolectar la muestra. 

Un cráter de 20 metros de ancho cerca del polo norte de Bennu que el equipo llama Nightingale. Se seleccionó principalmente porque el cráter parece ser joven, lo que significa que es probable que la roca expuesta consista en muestras vírgenes de cuando el asteroide se formó hace miles de millones de años.

“Hay dos productos clave que hemos construido, uno de los cuales es un mapa detallado de la superficie del asteroide, completo con peligros potenciales para la nave espacial”, dijo Dante Lauretta, investigador principal de la misión de la Universidad de Arizona. “Y el otro es un catálogo de características en el cráter”.

Secretos y tesoros de Bennu

Bennu fue seleccionado como objetivo porque los científicos creen que es un pequeño fragmento de lo que alguna vez fue una roca espacial mucho más grande que se rompió durante una colisión entre dos asteroides al principio de la historia de nuestro sistema solar.

La pila de escombros que se ve hoy tiene más de 4.500 millones de años, una cápsula del tiempo cósmico perfectamente conservada que podría contener pistas sobre el origen de la vida. “Bennu resultó ser exactamente el tipo de objetivo que esperábamos que fuera”, dijo Lauretta.

Gracias a los datos recopilados desde la órbita, el equipo ha determinado dos descubrimientos clave: primero, que entre el 5 y el 10 por ciento de la masa de Bennu es agua, y segundo, que su superficie está llena de moléculas ricas en carbono. 

Esto significa que cualquier muestra devuelta a la Tierra podría ayudar a los científicos a comprender mejor el papel que jugaron los asteroides en traer agua a nuestro planeta y sembrarla con el material prebiótico que proporcionó los componentes básicos para la vida.