Resumen del debate presidencial: civilizado pero con mucho roce entre Biden y Trump

by | Oct 23, 2020 | EEUU, Mundo, Portada

Un encuentro totalmente diferente al que vimos en el primer debate presidencial. Donald Trump, candidato republicano y presidente, mantuvo el respeto por los tiempos de su adversario, el candidato demócrata Joe Biden. Un hecho que permitió un ir y venir de ideas más claro y que permitió a los millones de espectadores poder escuchar a ambos candidatos y sus posiciones políticas.

La moderadora Kristen Welker la tuvo relativamente “más fácil” que su colega Chris Wallace durante el primer debate. Kristen se mostró asertiva, mantuvo la constancia en las preguntas y permitió el debate sin tener mayores problemas. Esto permitió un buen ritmo de intercambio de ideas durante las diferentes etapas del cotejo. Para muchos, la gran ganadora de esta noche.

Pandemia y vacuna

El primer tema tenía que ser sin lugar a dudas la pandemia de coronavirus y la posible vacuna de COVID-19. Trump no perdió la oportunidad de señalar la responsabilidad de China. Además señaló que los número en EEUU están bajando en comparación con Europa y el resto del mundo. También se adelantó a un posible ataque de Biden y señaló su enfermedad y el como ahora “conoce mejor” el virus.

Para Biden fue la oportunidad de señalar directamente al presidente como responsable de las más de 223.000 muertes. Utilizó además su previa técnica de hablar directamente a la cámara y dijo que “el responsable de estas muertes no debería ser presidente”. Incluso prometió que el terminará con el virus.

Sobre las posibles soluciones y vacunas, Trump dijo que es posible que en cuestión de semanas exista una vacuna disponible. Cuando Welker preguntó sobre si era seguro, el presidente señaló que no tenía realmente una seguridad sobre eso pero que las compañías Moderna, Pfizer y Johnson & Johnson estaban muy cerca de conseguirlo. Además dijo que la logística militar les permitirá distribuir más de 100 millones de dosis.

El candidato demócrata volvió a atacar a Trump señalando sus fallas en prometer una vacuna. Además recordó que el presidente ocultó información para no generar pánico. “Los estadounidenses no entraron en pánico. Él es quien entró en pánico”.

Sobre las vacunas, Biden se vio dispuesto a aprobar una siempre que los procesos sean transparentes y sin apuros.

Otro momento tenso se mantuvo cuando Trump comparó la actual pandemia con la de la gripe A(H1N1). Además dijo que debemos aprender a vivir con esto, a lo que Biden respondió “la gente está aprendiendo pero a morir con esto”. Una acción que se esperaba fuese respondida con fuerza por Trump pero este se limitó a decir “no es culpa de nadie más que de China”.

Cerrar o no cerrar

Para el presidente Trump la estrategia es abrir paulatinamente el virus. Según el mandatario los números de suicidios, alcoholismo, violencia y depresión han aumentado y no permitirá eso. Además piensa que no pueden estar cerrados para siempre. Señaló a los estados demócratas que se mantuvieron en cierres estrictos e igual mantuvieron aumentos en los casos de COVID-19.

Para Biden no es una cuestión de cerrar el país sino de detener el virus. “Cerrare el virus, no el país” dijo. Un plan de incentivos para que los negocios, escuelas y demás puedan tener una mejor capacidad de protegerse contra el virus.

La influencia en las elecciones desde Rusia e Irán

Los informes de inteligencia nacional han dado cuenta de la intervención de estos países en las elecciones de EEUU. Walker interpeló a ambos candidatos sobre sus posturas al respecto y como piensan lidiar con ello.

Biden sería el primero en el tema y aseguró que “cualquier país pagará el precio” por intervenir con la soberanía de los EEUU. Además señaló que Trump no quiso decir nada a Putin y que mantiene cuentas en China. Retomó el ataque por las declaraciones de impuesto señalando que ha revelado sus últimos 22 años al público. “¿Qué estás escondiendo?” interpeló a Trump.

Para el presidente, el tema se centró en las sanciones que ya han impuesto a China. Una manera que “hacerlos pagar” con ingresos dirigidos a la industria agrícola y de acero. Aprovechó también la oportunidad de señalar a Hunter Biden sobre el caso de dinero recibido por parte de Rusia.

Salud, Trabajo e Inmigración

Un tema que generó fuertes roces fue el de salud. Trump señaló que el plan Obamacare, impulsado por el ex presidente Barack Obama y el entonces vicepresidente Joe Biden, era “un desastre”. Señaló su mandato de eliminar el mandato individual y dejó entre ver la posición de la Corte Suprema, próxima a ser mayoría republicana, de revertir completamente el plan de salud.

Biden se desvió de señalar si era bueno o no el plan que ya ha sido modificado, pero dijo que implementará un nuevo plan. “Bidencare” será el nombre y tendrá la opción de ser público. Esto hará que las personas que tienen los recursos serán enlistadas automáticamente.

Trump aprovechó esta temática para atacar a Biden y señalar que sus planes “suenan muy bien pero ¿por qué no hiciste nada en ocho años?”. Señaló además que Biden quiere imponer planes sociales que ya han mostrado otros radicales con Bernie Sanders. Según sus predicciones, el costo de “un nuevo plan, un hermoso plan” de salud será de 750.000 millones de dólares en 10 años.

Biden no perdió la oportunidad de responder y dijo que “estas compitiendo contra Joe Biden. Yo derroté a los otros porque no estoy de acuerdo con ellos”. Un claro mensaje para el apoyo de los demócratas más conservadores.

Sobre el trabajo y la inmigración no hubo mucha expansión. Trump recordó los más de 10 millones de puestos de trabajo que ya se recuperaron. Mientras que Biden señaló las fallas en las políticas de Trump en materia de inmigración, aludiendo que “separa familias”.

El racismo en los EEUU

Uno de los temas más dispares en los perfiles políticos de los candidatos es su acercamiento al tema racial. Kristen Welker comenzó el segmento ejemplificando “la conversa”. Un diálogo normal entre padres e hijos afroamericanos quienes “no tienen otra opción más que preparar a sus hijos para que sepan que, probablemente, sean víctimas de ataques sin más razones que el color de su piel. Incluyendo agentes de la policía”.

Biden comentó que el conoce el sentimiento de esos padres que deben enseñar a sus hijos como comportarse para no ser disparados. “Hay un racismo institucionalizado en los EEUU” y además el país se ha alejado de la inclusión. Todo su plan se centra en dar mejores oportunidades a las comunidades minoritarias para que puedan avanzar en la sociedad.

Para Trump, su gobierno es el que más ha hecho por los afroamericanos “probablemente desde Lincoln”. Cuando se le pregunto sobre su afirmación que el movimiento Black Lives Matter era “símbolo de odio”, Trump aclaró que lo había nombrado así porque había escuchado cánticos que promovían la violencia contra los policías. “Yo soy la persona menos racista de esta habitación”, dijo.

Una afirmación que Biden no dejó escapar diciendo que “[Trump] es el presidente más racista que hemos tenido en la historia moderna”. Culpando al mandatario de avivar el odio en cada foco racista que existe en el país. Señaló además que Trump ha ido en contra de los mexicanos llamándoles “violadores” y ha arremetido también contra los musulmanes.

¿Quién ganó?

Para los expertos en política podría entenderse de cualquier manera. Los seguidores de cada candidato podrían haber visto a su favorito ganar pues ambos presentaron una mejor cara en el encuentro. Trump se mostró mucho más afable y respetuoso, no sólo de las reglas a las cuales no estaba de acuerdo previamente, sino de la moderadora.

Biden por su parte fue más activo y mostró una cara más firme que en el encuentro pasado. Dejo de lado su frustración a las interrupciones y aprovechó cada oportunidad para señalar a su oponente. Además pudo presentar de mejor forma su plan de gobierno.

Las elecciones presidenciales de los Estados Unidos serán el próximo martes 3 de noviembre. Unos comicios atípicos y que, debido a la pandemia y el voto anticipado, ya cuenta con más de 50 millones de votos enviados. Con muchas incertidumbres en los resultados de los estados grandes, como Florida y Texas, no será sino hasta que se cuente el último voto cuando sabremos quien será el nuevo presidente de los Estados Unidos de América.