Las frutas son un pilar fundamental en una alimentación equilibrada. Su aporte de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra es clave para el bienestar general y la prevención de enfermedades.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomiendan consumir al menos cinco porciones diarias de frutas y verduras para mejorar la salud.
Sin embargo, persisten mitos sobre la mejor manera de integrarlas en la dieta. Uno de los más comunes es la creencia de que comer frutas en la noche engorda. Especialistas en nutrición desmienten esta idea, señalando que el aumento de peso no depende de la hora en que se consume, sino del balance total de calorías ingeridas a lo largo del día y de los hábitos alimenticios generales.
¿Hay un mejor horario para comer fruta?
Al despertar, el cuerpo requiere más vitaminas y minerales, por lo que frutas como plátano, manzana o cítricos pueden ser ideales para comenzar el día.
A lo largo del día, las necesidades nutricionales del cuerpo varían, lo que lleva a muchas personas a preguntarse si existe un momento ideal para consumir frutas. La crononutrición, rama de la nutrición que estudia la relación entre la alimentación y los ritmos biológicos, indica que por la mañana el cuerpo necesita más energía, vitaminas y minerales para afrontar las actividades diarias.
Por lo tanto, en la mañana se suelen recomendar frutas que aportan energía rápidamente, como el plátano o la manzana. Pero esto no significa que no puedan consumirse en otros momentos del día. Según la nutricionista Lucía Bultó, de la Academia Española de Nutrición y Dietética, pueden incluirse en cualquier comida, ya sea como postre, merienda o complemento en la cena, siempre que se acompañen de una alimentación equilibrada.
Además, algunas frutas tienen propiedades específicas que pueden ser más beneficiosas en ciertos momentos. Por ejemplo, el kiwi y los frutos rojos favorecen el descanso nocturno, ya que contienen serotonina, un neurotransmisor que ayuda a regular el sueño.
Por su parte, desde la Clínica Universidad de Navarra señalan que “la fruta no engorda, de hecho, los estudios apuntan a que el consumo de fruta ayuda a prevenir la obesidad y la ganancia de peso, debido a su baja densidad calórica. Un hecho muy habitual en las personas que limitan la fruta de postre por la noche por temor a engordar es que eligen otras opciones con peor perfil nutricional, como puede ser un yogur azucarado”. Al tiempo que resaltaron que “para valorar la ganancia o pérdida de peso no se puede atribuir a un solo alimento, sino considerar la dieta en su conjunto”.
Fuente Infobae.