Brasilia (EFE).- El Tribunal Supremo Federal de Brasil decidió este miércoles, por unanimidad, iniciar un proceso penal contra el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) y otras siete personas, acusadas de supuestamente planear un golpe de Estado.
El exmandatario de extrema derecha será juzgado por presuntamente haber liderado una conspiración para anular la victoria electoral del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, en 2022, mediante una intervención militar.
Los cinco jueces de la Sala Primera del Supremo votaron a favor de aceptar la denuncia después de conocer los detalles de la investigación presentados por la Fiscalía, y de escuchar los argumentos de la defensa de Bolsonaro.
A Bolsonaro y a los otros siete acusados, entre los que se encuentran militares de alto rango y exministros de su Gobierno, se les acusa de abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado, participación en una organización criminal armada, daño calificado y deterioro de patrimonio.
Según el juez instructor, Bolsonaro fue el líder del intento de golpe
El magistrado Alexandre de Moraes, instructor del caso y primero en votar consideró que hay «materialidad» e «indicios razonables» en la acusación que presentó la Fiscalía señalando a Bolsonaro como líder de la trama golpista, y dijo que la denuncia detalló la participación del ex jefe de Estado en los actos citados.
Al argumentar su posición en la audiencia, el juez instructor reconoció el liderazgo del exjefe de Estado en la presunta trama golpista y dijo que la Fiscalía describió los hechos «en forma detallada» y «satisfactoria».
«Tuvimos un intento de golpe de Estado violentísimo (…) una violencia salvaje, con petición de intervención militar para un golpe de Estado», dijo De Moraes al argumentar su voto en la audiencia en la que se decide si se abre un juicio contra Bolsonaro.
El juez sostuvo que «la organización criminal siguió todos los pasos necesarios para derrocar al Gobierno legítimamente elegido» en un objetivo que «no se concretó» por «la resistencia de los comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea a las medidas de excepción».
La postura de los jueces del Supremo frente al caso
Flávio Dino, el segundo juez en votar, resaltó que hubo alegatos orales «que concuerdan con la materialidad» de los hechos, mientras que el magistrado Luiz Fux seguidamente afirmó que fue una denuncia «amplia y bien elaborada».
En tercer lugar se pronunció la jueza Cármen Lucia Antunes, quien también resaltó los detalles expuestos en la investigación, dijo que «la dictadura mata» y señaló que el Estado democrático de derecho es un logro que requiere de «vigilancia constante».
El último magistrado en manifestarse fue Cristiano Zanin, presidente del órgano colegiado, quien aseveró que la Corte cuenta con «hechos capaces de constituir los delitos narrados por la Fiscalía».
La denuncia, presentada en febrero por la Fiscalía, acusó a Bolsonaro y a otros 33 sospechosos de intentar anular los resultados de las elecciones de 2022, en las que Lula resultó vencedor, con el objetivo de mantenerse en el poder.
Según la acusación, la conspiración culminó en la invasión violenta de las sedes del Supremo, el Congreso y la Presidencia el 8 de enero de 2023, pocos días después de la toma de posesión de Lula.
El expresidente afirma que no lo quieren en las elecciones
Al reaccionar tras conocer la decisión del la Corte Suprema, Bolsonaro repitió que las acusaciones por intento de golpe de Estado son «infundadas» y acusó a los magistrados de la Corte Suprema de tener algo «personal» contra él, después de que lo imputaran por cinco crímenes.
Bolsonaro declaró ante los medios de comunicación que ya se esperaba la imputación y dijo que el magistrado instructor del caso, Alexandre de Moraes, montó una «historietilla» para acusarlo.
El expresidente admitió que, tras las elecciones de 2022, discutió con comandantes militares «hipótesis» para declarar el Estado de sitio y de defensa, pero defendió que estos escenarios están previstos en la Constitución.
«Discutir dispositivos constitucionales no es crimen», apuntó.
Momentos previos a su comparecencia, Bolsonaro afirmó en sus redes sociales que están acelerando el proceso en su contra para impedirle disputar las elecciones presidenciales de 2026 en las que, dijo, nadie lo vencería.
El líder de la ultraderecha aseguró que el proceso en su contra «avanza a una velocidad 14 veces mayor que el Mensalão», el proceso contra el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva por corrupción en su primer mandato, «y 10 veces más rápido que el de Lula en el Lava Jato», el caso de desvíos en la petrolera Petrobras.
Fuente: EFE.