Las autoridades de las Filipinas ordenaron este sábado las evacuaciones en la zona sur de la isla principal, Luzón. La medida se debe al riesgo que representa el tifón Goni, el más fuerte en lo que va de año.
Una tormenta categoría 5, con vientos sostenidos de hasta 265 km/h, Goni es el tifón más poderoso en golpear a las Filipinas desde Haiyan en 2013. La última vez que una tormenta de esa magnitud llegó a las Filipinas, 6.300 personas murieron (Haiyan, 2013).
Las evacuaciones preventivas comenzaron en la zona costera y en otras zonas donde podrían ocurrir desplazamientos de tierra o deslaves. “La fuerza de este tifón no es un chiste” dijo el oficial de la oficina de desastres local, Gremli Naz.
Manila, la capital, ya sufrió la semana pasada el paso de la tormenta Molave que cobró la vida de 22 personas. La mayoría por las inundaciones al sur de la ciudad.
Pero las preocupaciones se ciernen precisamente por la ruta que podría tomar Goni. Se prevee que atraviese la misma zona aún destruida del sur y cobre más víctimas fatales a su paso. Además de las medidas de distanciamiento social e higiene necesarias de aplicar en los centros de evacuación en medio de una pandemia. Un riesgo latente en Filipinas que es el segundo país del sudeste asiático en número de contagios de COVID-19.
Se espera que Goni toque tierra este domingo ya que se desplaza a una velocidad de 20 km/h. Aunque las lluvias torrenciales comenzarán hoy sábado en la noche en la capital, Manila, y otras 14 provincias del país.