La anestesista, Helga Wauters, fue acusada de ser la responsable de la muerte de Xynthia Hawke durante la cesárea que se le practicó en el año 2014. Frente al tribunal de Pau, localidad del suroeste de Francia, Wauters aceptó que estuvo bajo la influencia del alcohol mientras se realizaba la intervención.
Durante el juicio Wauters declararía que “ahora reconozco que mi adicción era incompatible con mi trabajo”. Según testigos la anestesista tenía un olor a alcohol cuando entró a la sala de operaciones. La víctima habría recibido una epidural para realizar un parto natural. Sin embargo, las complicaciones durante el procedimiento forzaron que se realizara una cesárea de emergencia.
Ante esa situación, Wauters entubaría de manera errónea a Hawke y esto resultaría en su muerte cuatro días después, aunque su bebé si lograría sobrevivir.
Las pruebas posteriores determinarían que la imputada estaría con un nivel de alcohol de 2,38 g/l, el equivalente de 10 vasos de vino. “No estaba borracha” aunque sólo estaba en poseción de un “70% de sus facultades”, afirmaron los investigadores.
Wauters admitió que tomó vodka con agua “como todos los días” durante 10 años. Será el día de mañana que el tribunal emita el veredicto al respecto.