Un nuevo informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) concluyó que millones de automóviles, furgonetas y minibuses de segunda mano exportados desde Europa, Estados Unidos y Japón a países en desarrollo son de mala calidad, lo que contribuye de manera significativa a la contaminación del aire y obstaculiza los esfuerzos para mitigar los efectos de la crisis climática.
El estudio muestra que, entre 2015 y 2018, 14 millones de vehículos usados fueron exportados a todo el mundo, de los que el 80% se destinó a países de ingresos bajos y medios, la mayoría en África.
Basado en el análisis de 146 países, el informe señala que unas dos terceras partes de esas naciones tienen políticas «débiles» o «muy débiles» para regular la importación de vehículos usados.
De hecho, el sector del transporte es responsable de casi una cuarta parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía.
«Limpiar la flota de vehículos global es una prioridad para lograr los objetivos de calidad del aire y del cima a nivel global y local» afirmó la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, en un comunicado.
Con información de EFE