Bailarines de todas partes del mundo participarán en la competición a partir de este miércoles. Un evento que organiza la alcaldía de Buenos Aires en medio de las restricciones sanitarias.

Las tradicionales milongas ya no serán parte del espectáculo que además trae las competiciones en solitario. El reglamento para este año recomienda el uso de tapabocas. Indicando además que los bailarines pueden participar de manera individual, dejando a las parejas solo en los casos que estas vivan juntas.
Una cita que el año pasado contó con la participación de más de 500 parejas y una asistencia de medio millón de personas. Para la presente se utilizarán videos que el jurado preseleccionará para su exhibición en la ronda final.
La comunidad artística del tango, declarado patrimonio inmaterial de la Humanidad, se verá afectada por esta edición virtual. Los críticas sobre el evento van desde lo «improvisado» que ha sido la organización hasta la credibilidad de un campeón por video.
Otros señalan que el festival que acompaña al evento es una oportunidad para trabajar y exponer sus habilidades. Muchos artistas reclamaron que la paga ofrecida por los organizadores estaba «lejos de lo que un festival internacional debe pagar». Así lo comentó la cantante y guitarrista Natalia Martínez.