Este lunes, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) alertó en un reciente informe que entre enero y junio del presente año, 21 protestas se vieron empañadas por ataques a periodistas, que fueron detenidos o asesinados, lo que supone una amenaza a la libertad de prensa.
En algunas manifestaciones se produjeron hasta 500 ataques diferentes, según el Comité para la Protección de los Periodistas, causando en ocasiones lesiones permanentes como ceguera por balas de goma o bolas de pimienta.
El documento identifica 125 situaciones de ataque o arresto de periodistas que se encontraban cubriendo protestas en 65 países, entre el 1 de enero de 2015 y el 30 de junio de 2020.

De esos eventos, 15 ocurrieron en 2015, 16 en 2016, 21 en 2017, 20 en 2018, 32 en 2019 y 21 solo en la primera mitad de 2020, lo que muestra una clara tendencia creciente en el número de ataques sufridos por los periodistas que cubren este tipo de situaciones.
Además, el organismo recuerda que diez periodistas fueron asesinados en los últimos cinco años mientras cubrían protestas.
Durante la presentación del informe, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, consideró esencial la tarea de los periodistas de informar y dar a conocer al público los movimientos de protesta.
Asimismo, destacó la necesidad de hacer mayores esfuerzos para defender el desempeño de dicha labor con seguridad y sin temor a la persecución.
«Las cifras de este informe muestran que se precisan mayores esfuerzos, por lo que instamos a la comunidad internacional y las autoridades competentes a garantizar el respeto de estos derechos fundamentales», dijo Azoulay.
El informe cuenta que en los últimos cinco años, las protestas en todo el mundo han surgido por temas vinculados con la injusticia económica, la corrupción de los gobiernos, el declive de las libertades políticas y el creciente autoritarismo.
También detalla los diferentes tipos de abusos a los que se enfrentan los periodistas, como la vigilancia indebida, el acoso, la intimidación, las palizas, los disparos con munición letal o no letal, la detención, el secuestro y la destrucción deliberada de equipos.
Con información de EFE