VIDEO | Joven muestra la realidad de un centro de detención en China para musulmanes uigures

por | Ago 17, 2020

Video cortesía BBC

Merdan Ghappar es un joven que estaba acostumbrado a posar para la cámara como modelo para el popular sitio de comercio electrónico Taobao, allí recibía una muy buena paga para hacer alarde de su buena apariencia en elegantes videos promocionales para marcas de ropa.

Pero el video más reciente protagonizado por Ghappar es muy diferente. En lugar de un deslumbrante estudio o una elegante calle de ciudad, el telón de fondo es una habitación desnuda con paredes sucias y malla de acero en la ventana.

Y en lugar de estar posando, Ghappar se sienta en silencio con una expresión ansiosa en su rostro. Sosteniendo la cámara con la mano derecha, revela su ropa sucia, sus tobillos hinchados y unas esposas que sujetan su muñeca izquierda al marco de metal de la cama, el único mueble en la habitación.

El video de Ghappar, junto con una serie de mensajes de texto a los que también tuvo acceso la BBC, conforman un escalofriante e inédito relato de primera mano del sistema de detención secreto y altamente seguro de China.

El material se suma al conjunto de pruebas que documentan el impacto que está teniendo la lucha de China contra lo que llama las «tres fuerzas malvadas» del separatismo, el terrorismo y el extremismo, en la región occidental de Sinkiang.

En los últimos años, según estimaciones creíbles, más de un millón de uigures y otras minorías se han visto obligados a ingresar en una red de campos de detención de alta seguridad en Sinkiang. China ha insistido en que son escuelas voluntarias para la capacitación contra el extremismo.

Miles de niños han sido separados de sus padres y, según investigaciones recientes, las mujeres han sido sometidas a la fuerza a métodos de control de natalidad.

Además de las claras acusaciones de tortura y abuso, el relato de Ghappar parece evidenciar que, a pesar de la insistencia de China de que la mayoría de los campos de reeducación han sido cerrados, los uigures aún son detenidos en grandes cantidades y recluidos sin cargos.

También ofrece nuevos detalles sobre la enorme presión psicológica ejercida sobre las comunidades uigures, incluido un documento que fotografió en el que se llama a niños de hasta 13 años a «arrepentirse y rendirse».

Y dado que Sinkiang actualmente experimenta un aumento en la cantidad de infecciones por coronavirus, las condiciones de suciedad y hacinamiento que describe resaltan el grave riesgo de contagio que representa este tipo de detención masiva durante una pandemia.

La familia de Ghappar, que no ha tenido noticias suyas desde que dejaron de recibir sus mensajes hace cinco meses, es consciente de que la publicación del video de cuatro minutos y 38 segundos en su celda podría aumentar la presión y el castigo que enfrenta.

Pero dicen que es su última esperanza, tanto para resaltar su caso como la difícil situación que enfrentan los uigures en general.

Con información de BBC

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