Ésta frase popular que seguramente has escuchado en algún lugar más de una vez, significa que cada quien debe opinar exclusivamente sobre aquello que sabe, y abstenerse de manifestarse en asuntos que no son de su incumbencia o no comprende.
Por ejemplo: un Abogado no debe opinar y menos intervenir en una operación de corazón abierto. Por otro lado, un Médico no puede ser el Abogado defensor de una persona acusada de homicidio.
Claro está que existen personas admirables que pueden ejercer más de una profesión o se dedican a hacer varias cosas. Pero generalmente cada individuo se especializa en un oficio o profesión.
Por lo tanto la expresión “zapatero a tus zapatos” se le dice a la persona que busca entrometerse en asuntos ajenos o situaciones que no están al alcance de su comprensión.
El orígen de ésta frase remonta al siglo IV a.c en la antigua Grecia. Explica Plinio el viejo que en una ocasión, un pintor llamado Apeles, atendiendo a la observación que un zapatero le hizo sobre una sandalia en su cuadro, rectificó la pintura. Pero en vista que el zapatero continúo haciendo críticas y sugerencias a la obra en construcción del artista, Apeles le dijo: “zapatero a tus zapatos”. Para que mejor se ocupara de aquello que entendía.