Las empresas de chocolate belgas están luchando por mantenerse a flote durante la pandemia, según uno de los principales empresarios del país.
Pierre Marcolini, propietario de algunas de las tiendas de chocolate más famosas de Bélgica, dijo que estos tiempos son particularmente difíciles para la industria.
“Todo el mundo ha sufrido los encierros, todo el mundo. Sufrimos a distintos niveles, al mismo tiempo, obviamente, en términos de facturación. No tenemos nuestros turistas que suelen estar allí. Tenemos, efectivamente, una falta de clientes. La segunda cosa en la que sufrimos es la perspectiva. Ya sabes, como emprendedor, cuando tienes a tu personal, tus artesanos del chocolate, que vienen a ti y te dicen: ‘Señor, ¿qué va a pasar en diciembre? Y no puedes responderlas, da miedo «.
Pero también hay algo de positividad que surgirá de este año. Marcolini ha sido galardonado como Mejor Pastelero del Mundo 2020, por segunda vez en su ilustre carrera.
«Este título simboliza toda mi carrera a lo largo de los 25 años. Ojalá haya más, aún no hemos terminado. Esto marca un momento de mi carrera, de un equipo, de una casa donde trabajamos en diferentes conceptos pero sobre todo en de otra manera yo diría. Es decir que intentamos hacer chocolates que sean responsables, hicimos repostería pero trabajando localmente evitamos los tintes. Y todos estos avances que han modernizado una pastelería, que han modernizado el mundo de chocolate «, dijo Marcolini sobre su premio.
Y esto lo está ayudando a mantenerse optimista durante la pandemia, teniendo en cuenta las vacaciones de Navidad como un posible reinicio para los negocios en Bélgica.
