El debate en Brasil ha tomado fuerza en los últimos días sobre la práctica legal del procedimiento de interrupción del embarazo. Grupos fundamentalistas han tomado terreno y ganan fuerza en los espacios públicos desde que Jair Bolsonaro asumió la presidencia.
Los hechos más recientes involucran a una menor que fue víctima de los abusos por parte de su tío durante más de cuatro años. La niña, ahora con 10 años de edad, fue abusada por años hasta quedar embarazada. La familia de la niña tuvo que ingresarla de emergencia al hospital el pasado 7 de agosto cuando sospecharon del embarazo.
El Juzgado de Niñez y Juventud de São Mateus concedió el derecho al aborto legal el día 14 de agosto, cuando durante el despacho, el juez reprodujo la desesperación de la niña cuando fue examinada por una trabajadora social. Cuando fue informada que estaba embarazada, según relata la trabajadora, entró en un profundo sufrimiento, gritó, lloró y dijo que no quería seguir con el embarazo.
Por otra parte el victimario, de 33 años, presenta antecedentes por tráfico de drogas y habría huido cuando la noticia se dio a conocer. Sin embargo, la madrugada del martes 18 de agosto, el hombre fue detenido por la Policía Civil de São Mateus y fue luego trasladado a la prisión Complexo do Xuri.
La polémica comenzó cuando Damares Alves, Ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, publicaría en su cuenta de Facebook el caso en cuestión y su desacuerdo con el fallo del juez. Esto repercutió en grupos más extremistas que llevaron incluso a publicar datos de la niña y donde vivía.
El procedimiento se realizó en una maternidad pública de la ciudad de Recife, bajo fuertes manifestaciones de grupos católicos y evangélicos encabezados por parlamentarios que intentaron impedir la intervención quirúrgica. El trámite fue hecho fuera del estado donde reside la niña pues el hospital al que habían ido en primer lugar se negó a realizar la operación.
Ley y números de una realidad
Recordemos que el aborto en Brasil es legal solo en casos de abuso, cuando la madre esté en peligro o el feto sea inviable. En el caso de la niña se cumplían dos de los criterios y por lo cual el juez dio el fallo en favor de terminar el embarazo.
El aborto en Brasil es un tema delicado y profundo. Los datos demuestran que 66.000 son las víctimas anuales de violaciones y más de la mitad son contra menores de 13 años. Expertos aseguran que en Brasil se practican más de un millón de abortos y el 90% de estos procedimientos se hacen en condiciones de higiene y seguridad bastante deplorables. Según datos de la OMS una mujer muere cada dos días producto de un aborto fallido.
Casos como este fomentan el debate entre quienes quieren prohibir el aborto y quienes defienden, no sólo la ley actual con sus limitantes, sino una ampliación de los casos y escenarios en donde la mujer pueda interrumpir un embarazo no deseado.
